La asociación cultural Amanecer 31 ha solicitado a la Corporación municipal la retirada de la Medalla de Oro de la Villa de Águilas que le fue concedida al dictador Francisco Franco. Asimismo, también solicitan la anulación de la consideración como Hijos Adoptivos de Águilas a la Sección de Regulares del Tabor de Tetuán, las fuerzas de ocupación franquistas que tomaron militarmente la localidad al finalizar la guerra civil.
El inicio de la dictadura en Águilas lo marca la entrada en la localidad de la Sección de Regulares del Tabor de Tetuán, el 1 de abril de 1939. "Bajo su autoridad", apunta el historiador y coordinador de Amanecer 31, Pedro Javier López, "se produjeron los actos de represión política más crueles llevados a cabo durante toda la dictadura en Águilas". Según fuentes históricas, esta guarnición militar participó en el fusilamiento de los aguileños José Antonio Jiménez "Quico" y Mariano Maldonado, así como en otras "brutales agresiones" que sufrieron los presos republicanos aguileños.
El 1 de agosto de 1968, para conmemorar los 30 años de vida de la dictadura, el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Águilas concedió al general Francisco Franco, en el poder desde 1939, la máxima distinción de la localidad, la Medalla de Oro de la Villa.
Según Amanecer 31, "en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica ambas distinciones deberían ser retiradas". De acuerdo con el artículo 15.1, "las administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil, y de la represión de la Dictadura".
Para Pedro Javier López, "todo honor concedido al dictador Franco y sus colaboradores debe ser retirado por salud democrática". El coordinador de Amanecer 31 opina que "no se trata de borrar esta etapa de nuestra historia, sino que, por el contrario, debe ser estudiada y enseñada, para evitar que pueda volver a repetirse". "Estamos ante una deuda histórica, que debemos subsanar para hacer justicia con la memoria de miles de víctimas de la dictadura", concluye.