El Garrobillo celebró ayer la tradicional fiesta de los Santos Inocentes, una de las más antiguas de cuantas se celebran en las pedanías y que gira en torno al baile de los inocentes o baile subastado. En él los asistentes pujan por elegir pareja de baile o por hacer bailar a otras personas que tendrán que danzar ataviadas con un sombrero de paja provisto con largas cintas de colores.
La edil de Cultura, Lucía Hernández, acompañada por las ediles de Festejos y Personal, Encarnación Navarro e Isabel Fernández, así como otros miembros de la corporación municipal asistieron a esta fiesta celebrada en las inmediaciones de la ermita del Garrobillo y que estuvo amenizada por las actuaciones de la cuadrilla. Al término del baile subastado todos los asistentes entraron en la iglesia para escuchar cantar las Pascuas en honor de los santos inocentes.