Asamblea Plataforma Somos Educación Pública Águilas

"Calentado motores para un año caliente"

Empieza el curso escolar y volvemos a vivir, con más intensidad tras las medidas del último curso, las consecuencias de las políticas de recortes y austeridad: masificación en las aulas, reducción de plantillas, obligación de impartir materias para las que no se es especialista, desplazamiento de docentes, reducción de derechos laborales de los trabajadores de la enseñanza, eliminación de cursos de apoyo, paralización de nuevos ciclos de FP, reducción de becas, aumento de tasas universitarias, reducción de las partidas de gastos de funcionamiento de los centros… Y todo esto, en la práctica, no significa otra cosa que una drástica reducción de la calidad de la educación pública.

Para nosotros la realidad es cada día más clara: con la cantinela de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, de que tenemos que pedir préstamos a bajo interés y conseguir una baja prima de riesgo, o de que hay que rescatar a nuestros bancos, flexibilizar el mercado laboral y reducir los gastos en el sector público, se "obliga" a los gobiernos a acabar con derechos básicos de la mayoría de la población. Servicios tan elementales como la educación pública -transmisora de cultura sin discriminación, cohesionadora social y motor del progreso- están permanentemente agredidos y amenazados. Y sin embargo, se deja intacto todo el modelo político y económico que nos ha llevado a la actual situación de crisis. En último término, el desenlace de este tipo de políticas pone en evidencia que de lo que se trata es de disminuir el nivel de vida de la mayoría de la población, en forma de recortes, para que se sigan manteniendo las altas tasas de beneficios de las grandes empresas.

La agresividad de estas políticas está llevando poco a poco a la comunidad educativa al convencimiento de que la respuesta debe ser proporcionada. Para defender la educación que queremos hoy son necesarias, al menos, la movilización masiva y permanente de toda la comunidad educativa, con la colaboración de todos los sectores implicados, la unidad de todos los afectados por las políticas de recortes, la clarificación de ideas en torno a las alternativas y, en estos momentos, la exigencia de dimisión del gobierno. Cada movilización particular, entendemos, no sólo sirve para frenar los recortes, sino para caminar en esta perspectiva a medio y largo plazo.

Desde el primer tijeretazo que se aplicó en Murcia hemos avanzado mucho. Hemos pasado de la euforia de las primeras manifestaciones masivas (aquellas que consiguieron frenar los primeros recortes) a tomar conciencia de que se necesitan acciones contundentes, a ir creando colectivos de docentes, padres y alumnos cada vez más asentados y más organizados, a definir nuestras ideas con cada vez más fuerza… Las plataformas comarcales tienen cada vez más nervio, sobre todo porque cada vez tomamos más conciencia de la situación, de que el camino no será fácil, pero de que el camino, estamos convencidos, existe. Sin embargo, para que nuestras protestas puedan invertir el rumbo que marcan las élites financieras y empresariales, queda aún trabajo por hacer (lo largo o corto que sea depende de nosotros): tenemos que llegar a cada centro y a cada compañero de manera permanente, mantener el contacto con los compañeros interinos que no trabajan, mejorar la relación con los padres con asambleas y reuniones, facilitar y promover, en la medida de lo posible, la organización de los alumnos, contactar con otros sectores afectados por los recortes y trabajar la unidad en torno a nuestras ideas.

Y en ese camino estamos. Desde Somos Educación Pública comenzamos el nuevo curso escolar con ilusión, ganas de luchar y de servir de herramienta en la defensa de la educación pública; asumiendo nuestra responsabilidad en la defensa del derecho universal de todos a recibir la formación científica y humanística que nuestra historia nos ha legado. Entendemos que sin esta educación pública de todos y para todos, esa que ha sido sancionada en la Declaración de Derechos Humanos y en nuestra Constitución, no es posible un modelo de sociedad medianamente justo.

Hay que decirlo claro: yo no voté nunca los recortes, yo me movilicé por el derecho de todos a una educación pública de calidad, yo dije no a la dictadura de los mercados y yo voy a seguir en pie de guerra contra estos recortes, contra los gobiernos que los lleven a cabo y contra las élites financieras y empresariales que los ordenen.

SOMOS EDUCACIÓN PÚBLICA

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