La Guardia Civil esclarece un entramado delictivo relacionado estafas en el sector de la construcción

Dos personas han sido detenidas y otras cuatro investigadas como presuntas autoras de delito continuado de estafa

La investigación se inició tras una denuncia falsa en la que el principal cabecilla del entramado delictivo denunció haber sido objeto de amenazas con arma de fuego por parte de unos clientes

Hasta el momento, se estima que el valor de lo estafado ronda los 300.000 euros, aunque la investigación continúa abierta

La Guardia Civil de la Región de Murcia inició a finales del pasado año en Águilas una investigación que para esclarecer un supuesto delito de amenazas con arma de fuego que ha culminado con la detención del denunciante, como presunto autor de delito de denuncia falsa, y con la desarticulación de un entramado delictivo presuntamente dedicado a estafas en el sector de la construcción.

El denunciante varón, de 43 años, vecino de Águilas y de nacionalidad ecuatoriana y una segunda persona han sido detenidos y otros cuatro individuos han resultado investigados, todos ellos como presuntos autores de delito continuado de estafa que, hasta el momento, asciende a 300.000 euros.

La investigación se inició a finales del pasado año cuando un vecino de Águilas, que refería ser propietario de una empresa de construcción y reformas, denunció haber sido víctima de unas amenazas con arma de fuego.

En su relato describía que uno de sus clientes se había personado en una obra que estaba llevando a cabo en el municipio de Cartagena, junto a otros dos individuos armados, llegando a amenazarlo de muerte a cuenta de una supuesta deuda.

Ante la gravedad de los hechos denunciados, la Benemérita inició de inmediato una investigación dirigida a localizar a los supuestos agresores, todo lo cual fue desmoronando la versión de la supuesta víctima, al hallar los investigadores indicios que hacían sospechar que tales amenazas nunca llegaron a producirse.

Estas primeras conclusiones centraron el foco de atención en el propio sujeto que se había presentado como víctima, hasta descubrir que existían ciertas dudas sobre la operatividad de la empresa que regentaba.

Según avanzaba la investigación, los guardias civiles fueron descubriendo que existía un nutrido número de personas perjudicadas, supuestamente relacionadas con la contratación de los servicios de esta empresa, que podían haber sido víctimas de delito de estafa.

La información recopilada permitió determinar que se trataba de una mercantil que ofrecía sus servicios de construcción y reforma a través de una página web, donde, además, aparecían fotografías de espectaculares viviendas para acreditar su reconocida solvencia y el alto prestigio de la empresa.

Causaban destrozos y los ocultaban para simular que la obra iba según lo previsto

El modus operandi se iniciaba con la captación de clientes con los que se acordaba un presupuesto. Realizado un primer pago, comenzaba la obra, en la que entraban escena los operarios, de los que luego se pudo averiguar que tenían una escasa o nula formación en albañilería, que llevaban a cabo una serie de demoliciones, sin mantener las mínimas medidas de seguridad, para, seguidamente, volver a tapar los destrozos con planchas de pladur, simulando que en la pared ya se había realizado las instalaciones contratadas.

Cuando los propietarios pretendían visitar la obra en cuestión, el supuesto cabecilla acordaba la presencia en el lugar de los supuestos trabajadores que 'escenificaban' lo que aparentaba ser una cuadrilla desarrollando las tareas con diligencia.

Mientras, y aun cuando la obra no se ceñía a lo presupuestado, el principal cabecilla seguía solicitando dinero a sus clientes a cuenta de supuestas licencias de obra, materiales y otros gastos derivados de la reforma.

Era cuando los clientes se percataban de la estafa, incluso meses después de iniciada la obra, cuando el supuesto estafador los denunciaba por unas supuestas amenazas que, según se desprende de la investigación, nunca se llegaron a producido.

Los indicios obtenidos por los investigadores han permitido constatar que se trata de una supuesta organización criminal, con los roles bien definidos que actuaba de forma sistemática con el mismo modus operandi, con el que, hasta el momento, podría haber obtenido 300.000 euros.

La operación ha culminado con la detención de dos personas y la investigación de otras cuatro, todas ellas como presuntas autoras de delito de estafa continuada. Al principal cabecilla, además, se le atribuye la presunta autoría de delito de denuncia falsa.

Los arrestados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del juzgado de instrucción número 3 de Cartagena.

Por el equipo de Policía Judicial de Cartagena se mantiene la investigación abierta al no descartar que existan otras personas perjudicadas.

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