Como viene siendo habitual desde su aprobación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de Janeiro en 1992, hoy lunes 22 de marzo, se celebra el Día Mundial del Agua. El edil de Educación Medioambiental, Ginés Desiderio Navarro, ha aprovechado para hacer un llamamiento al consumo responsable de este bien escaso, "y en nuestra Región y nuestro municipio aún más escaso, debido a que estamos en una zona de ámbito estepario semidesértico y donde cada gota tiene un valor inestimable, como muy bien saben nuestros agricultores. Es nuestro deber como ciudadanos y como corporación municipal optimizar el uso del agua, darle el debido valor que tiene, no malgastarla y, sobretodo, poner en marcha como Administración sistemas de aprovechamiento de otros tipos de aguas que normalmente se pierden como estamos haciendo con el Plan piloto del Proyecto Life de aprovechar el agua residual, debidamente tratada y filtrada, como agua de riego, evitando así que se consuma agua potable, que es imprescindible tanto para la población como para la agricultura. Me gustaría recordar el lema de este año del Día Internacional del Agua que es "el valor del agua". Cada gota tiene un valor inestimable y más en nuestro municipio".
Uno de los recursos más importantes que garantizan la vida humana es el agua, tanto es así que está considerado como un derecho fundamental de la vida. Sin embargo, en pleno siglo XXI hay muchas regiones del planeta en las que el acceso al agua potable supone un lujo. Esto se debe a que, por un lado, tan solo el 0,025 % del agua del planeta es potable y, por otro, que no toda la población tiene el mismo acceso a este recurso, de forma que en la gran mayoría de los países del tercer mundo no tienen acceso al agua potable.
Por eso, en el año 2015 los Estados miembros de la ONU aprobaron la Agenda 2030 que no es más que un plan de acción que incluye 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), entre los que se encuentra el número seis: Agua limpia y saneamiento. Tal y como recoge este Principio, "la garantía del suministro de agua en cantidad y en calidad suficientes es fundamental para el desarrollo de la sociedad y para la lucha contra la pobreza y las enfermedades en cualquier parte del mundo".