La conocida como Procesión del Silencio volvió, un año más, a inundar las calles aguileñas de recogimiento ante el paso del Cristo de la Agonía. Un año especial para la Cofradía que celebraba el 65 aniversario de la llegada de la imagen titular, Cristo de la Agonía; una talla que fue donada por Antonio Ramos Asensio cuya nieta presidía este año la procesión junto a la alcaldesa de la localidad, Mari Carmen Moreno, y el presidente de la Cofradía, Manuel Gálvez.
Pasadas las doce de la noche del Jueves Santo, la cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía, iniciaba su marcha desde la casa de Hermandad para recorrer las calles Juan Carlos, I, Luis Prieto y Los Arcos, lugar donde se producía el tradicional encuentro con María Santísima de la Soledad y San Juan Evangelista.
Tras el encuentro, la procesión proseguía su trayecto por las calles Antonio Manzanera, Floridablanca, Juan Jiménez Crouseilles, Castelar, Plaza de España, Conde de Aranda y Rey Carlos, III, para concluir, como viene siendo habitual, en la parroquia de San José.