El velero Tótem llega a Águilas para reivindicar la sostenibilidad y las energías renovables

Tiene 26 metros de eslora y zarpó el pasado mes de agosto desde Holanda, con el patrocinio de la firma Koppert Biological Systems, una empresa que cuenta en el municipio con uno de sus centros de producción más importantes

El alcalde de Águilas, Bartolomé Hernández, asistió esta tarde al acto organizado con motivo de la llegada del barco Tótem a la ciudad, un velero, de 26 metros de eslora, que inició el pasado mes de agosto una travesía entre Holanda y España.

El jefe del Ejecutivo local estuvo acompañado por diferentes autoridades municipales, así como por numerosos invitados y varios representantes de la firma Koppert Biological Systems, líder mundial en polinización natural y control biológico, que ha patrocinado esta iniciativa con la intención de reivindicar un modelo económico sostenible y apoyar la innovación en las energías renovables.

Esta empresa familiar, de origen holandés y presente en más de ochenta países, nació en los años setenta con el objetivo de hacer más saludable la producción, a gran escala, de frutas y hortalizas, en alianza con los recursos que ofrece el propio hábitat, gracias a la suelta selectiva de enemigos naturales que mantienen a raya las principales plagas en los cultivos.

El Tótem Tour ofrece la oportunidad de comprobar el rendimiento de un prototipo de molino eólico, diseñado por el patrón de la embarcación para transformar el viento en energía eléctrica, con una potencia de 1.500 vatios, cinco veces más que muchos de los modelos estándar usados en náutica. A lo largo del trayecto, se han recogido datos muy positivos, confirmado una reducción de hasta veinte litros al día en el consumo habitual de combustible. De igual modo, la energía obtenida satisface las necesidades diarias de las baterías del barco, que alimentan la iluminación y todos los dispositivos eléctricos y electrónicos instalados a bordo.

Este gran velero se construyó en Alemania, en 1955, como barco de rescate para alta mar. Hoy día, su enorme sala de máquinas se ha reconvertido en zona de camarotes y su resistente casco de acero hace muchos años que dejó de soportar las vibraciones y ruidos de unos poderosos motores, para convertirse en la base donde se sustentan dos mástiles de 22 metros de largo. Su actual propietario, Evert Toxopeus, compró el barco en 1971 y necesitó diez años de duro trabajo hasta transformarlo en un velero, de grandes prestaciones, con el que ya ha dado la vuelta al mundo. En esta ocasión, Evert realiza esta nueva aventura acompañado por su esposa, Corry Koppert, hija del fundador de Koppert Biological Systems, Jan Koppert.

La transformación del Tótem refleja que es posible ir contracorriente y que se puede convertir en sostenible algo que en principio no fue concebido así, "lo mismo que venimos demostrando en la agricultura con excelentes resultados", manifestó Kris De Smet, director comercial de Koppert España, durante el acto.

Por su parte, Bartolomé Hernández detalló que, desde el año 2001, la compañía cuenta en Águilas con uno de sus más importantes centros de producción, en el que trabajan una treintena de personas, siendo un ejemplo de gestión empresarial sostenible.

El arraigo de la firma en la localidad, similar al que tiene con municipio neerlandés de Lansingerland, propició que Hernández viajara a este lugar, el pasado año, invitado por Koopert, donde firmó una declaración de intenciones para la cooperación regional entre ambas ciudades y dicha empresa, donde también estamparon su rúbrica el alcalde de Lansingerland, Ewald van Vliet, y el director de Kooper Biological Systems, Henri Oosthoek, presente también ayer en este evento.

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