Tras cinco intentos de presentar los millares de firmas negándose a pagar los 225 euros exigidos por el Consistorio, y tras continuas discusiones, las firmas han sido entregadas. Habiéndose informado de sus derechos en la Comunidad Autónoma, los vecinos han conseguido que el Ayuntamiento tenga que admitir que la razón les asistía, y compulsar y dar curso gratuitamente, a través de la Ventanilla Única a los 225 folios de firmas que presentaban. La intención de los vecinos, según manifiestan: “no fue en ningún momento armar todo este jaleo, sólo queríamos presentar al Ayuntamiento un clamor ciudadano sobre lo perjudicial e injusto que resultaba la ampliación de la zona azul” para hacer reflexionar a los responsables del Ayuntamiento. Estos vecinos han entregado copia a todos los partidos de la oposición, para que haciendo las firmas suyas, obren en consecuencia.

Las 3.664 firmas han sido dirigidas al Alcalde bajo el siguiente escrito:

“Respetando la voluntad de los 3.664 vecinos que expresamente suscriben con su firma las 224 págs. que adjuntamos a este escrito, y teniendo en cuenta las siguientes razones:

Que el servicio de estacionamiento regulado, popularmente “zona azul”, atenta contra el derecho de los ciudadanos de aparcar libremente en las calles de su pueblo como hasta el presente lo venían haciendo (pues consideramos que las calles secularmente son un espacio del pueblo y no de los Ayuntamientos).

Que es absolutamente innecesaria en las calles donde ha sido impuesta la ampliación de la “zona azul” ya que no pertenecen al núcleo comercial urbano ni ha existido en ellas habitualmente problemas de aparcamiento, y sólo causan molestias tanto a vecinos como a comercios tal como atestiguan las miles de firmas recogidas en la zona.

Que roba la paz de los vecinos obligándoles cada dos horas, aproximadamente, a volver a su vehículo para pagar, teniendo que abandonar su lugar de trabajo, ocio o descanso, invariablemente, situación lesiva para los ciudadanos que genera un estrés acreditado por la propia experiencia y por numerosos estudios sociológicos publicados en todo tipo de medios.

Que es discriminatorio, pues a los vecinos con mayor poder económico les supone un menor perjuicio que a los más necesitados, por lo que estos deben desplazarse en busca de aparcamientos libres, colapsando las zonas circunvecinas que aún gocen de libre aparcamiento (“efecto frontera”), aumentando paradójicamente la densidad del tráfico y con ello la polución y la contaminación acústica.

Que este impuesto es sobreañadido al Impuesto Municipal de Circulación (como en otras ciudades se ha demostrado judicialmente) y además alimenta los intereses particulares de la empresa subcontratada en detrimento de la economía de los vecinos, adjudicándose ésta un porcentaje del dinero de los impuestos de los ciudadanos, cosa especialmente grave en estos tiempos de crisis.

Y que resulta en conclusión una privación de la libertad de los ciudadanos, que conculca sus derechos de libre disfrute de las vías públicas, propiedad de todo el pueblo, y no del Consistorio; y que atenta contra la economía y la paz de los vecinos, con evidente afán recaudatorio, obrando a espaldas de los aguileños que no han sido consultados en esta decisión que afecta sustancialmente a la vida del pueblo, hecho que queda acreditado por los más de tres millares y medio de firmas adjuntas que representan una clara muestra del sentir de los aguileños.

Por todo lo expuesto:

SOLICITA a V. la retirada definitiva de la ampliación de la “zona azul” que se ha impuesto en las calles de Águilas.”

El vecino señala que “ojalá todo el escepticismo que manifestaron los firmantes se convierta en democracia”.