Al Águilas se le atraganta los equipos de la parte baja

El equipo aguileño, llegaba muy tocado al Sánchez Cánovas, tras la derrota en la pasada jornada ante El Palmar

Los de Casuco tenían claro que había que ganar, aunque no se lo iban a poner nada fácil. Así fue, finalmente, los costeros solo sacaron un empate, en un partido que podían y debían ganar. Con este punto, los aguileños han sacado solo dos puntos de nueve posibles.

El partido en sí, no fue bueno para ninguno de los dos equipos. Mientras que los locales solo buscaban acercarse a la portería aguileña con pelotazos, los aguileños fracasaban en cada intento de pase. Eso ha sido el gran problema de los blanquiazules, cada pase era nefasto, haciendo imposible la llegada a la portería local.

Mientras pasaban los minutos, el Águilas intimidaba a los molinenses en cada acercamiento a su área, aunque otra jornada más, no conseguía materializar las jugadas.

Se adelantarían los locales en la primera parte, Salva despeja el esférico con su pierna mala sin fuerza, cayendo a los pies de José Agustín, que regateaba al portero aguileño consiguiendo adelantarse en el marcador.

A pesar de que el juego de los locales no era claro, cada vez que jugaban al ras del césped, sacaban jugadas de peligro, una por cada parte de partido.

Los aguileños no despertaban tras el gol, lo intentaban de todas las maneras posibles sin éxito, a balón parado, jugadas por bandas, por el centro, en todas las jugadas posibles, se encontraba con la buena defensa plantada por Paco Moreno, despejando el cuero lejos de su área.

Tras el descanso, parecía que los jugadores aguileños despertaron de ese mal sueño que arrastraban durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Comenzaban a realizar varias jugadas de peligro acechando el área local, gozando de varias ocasiones claras de gol, algunas tan cantadas como dos de Andrés Carrasco, que solo tenía que empujar el balón al fondo de las mallas.

Antes de todos esos sucesos, el propio Andrés Carrasco se introdujo en el área de Cárceles, siendo derribado por un defensor del Molina cuando pretendía disparar a puerta. El colegiado señalaba penalti siendo anotado por Carrasco para empatar el encuentro.

Mientras pasaban los minutos, el encuentro comenzó a calentarse. Los locales se quedaron con diez jugadores por la expulsión de Dani por doble amarilla. A raíz de la expulsión, el juego se iba volviendo más agresivo por parte del equipo de Moreno, neutralizando cada jugada aguileña.

Finalmente, el resultado no se movió dejando a ambos equipos cabizbajos. Cuando los jugadores se disponían a coger el túnel de vestuario, un jugador molinense, incita a Xavi a enfrentarse con él, mientras que el jugador aguileño hacía caso omiso a sus palabras, hasta que finalmente, se montó el espectáculo por parte de los jugadores y cuerpo técnico del Molina, enfrentándose con los blanquiazules, hasta el punto, que José María fue agredido por el jugador que anteriormente incitó a Xavi.

No se llegó a más, tampoco se podría saber la causa de ese momento, ya que, deberían de estar contentos por conseguir un punto ante un rival como el Águilas, estando en las zonas bajas de la clasificación y no estar tratando al Águilas FC, como una banda mientras se habla de "atraco" en un partido, que si alguien merecía algo más, sería por parte aguileña por las ocasiones clarísimas de gol obtenidas.

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