Continúan los complejos trabajos para reflotar el velero Penélope del puerto de Águilas

La operación consiste en extraer la embarcación de 39 metros de eslora garantizando la estabilidad de las grúas de 150 toneladas y evitar que el casco se parta a la hora de subir el barco hundido

Otra dificultad de la maniobra es el desconocimiento exacto de la distribución de masas del barco, que fue abandonado por su propietario en el puerto y del que no existen planos precisos

Una vez fuera del agua, el barco se depositará sobre una capa de geotextil y grava que se ha extendido en el puerto para comenzar de inmediato con su desguace

Los ingenieros de Puertos de la Consejería de Fomento e Infraestructuras, junto con los técnicos y buceadores de Salvamento Marítimo y Capitanía Marítima del Ministerio de Fomento, continúan con las complejas labores técnicas para reflotar el velero Penélope, tras su hundimiento en las aguas del puerto de Águilas.

El consejero de Fomento e Infraestructuras, Pedro Rivera, explicó que "esta operación es muy complicada tanto desde el punto de vista operativo como del ingenieril, en la que los técnicos han extraer la embarcación analizando la estabilidad y características del Penélope, con 145 toneladas y 38,8 metros de eslora, y su carga para la maniobra de reflote y puesta en tierra".

La estabilidad del buque está expuesta a numerosos factores que pueden tener una influencia sobre la operación de descarga de un buque tan pesado. Por ello, los equipos técnicos prestan especial atención a los cálculos y consideraciones necesarias para garantizar la seguridad de la operación.

Los buzos van a soldar en el casco dos nuevos puntos de anclaje en proa para que el centro de gravedad de las cadenas, que son tiradas por dos grúas especiales de 150 toneladas cada una, coincida con el metacentro del barco hundido para dar estabilidad a las grúas durante las maniobras.

Los dos pares de anclaje no deben separarse demasiado porque el casco podría partirse a la hora de subir el barco de 38,8 metros de eslora y cargado de agua.

Otra dificultad de la operación es el desconocimiento de la distribución exacta de masas del barco, que fue abandonado hace años por su propietario en el puerto de Águilas y del que no existen planos precisos.

Una vez culminada la operación de descarga del buque, éste se depositará sobre una cama de grava en la explanada del puerto de Águilas para iniciar las labores de desguace, que se prevé que se prolonguen unos 30 o 40 días, y una vez finalizados se retirarán los restos del velero a un depósito municipal.

El barco Penélope fue el primer velero de recreo construido con aluminio en el año 1968, en los astilleros franceses Eugene-Cornu.

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